RAFAEL CENTENO E INÉS ABRIL forman un tándem gastronómico perfecto. Rafael Centeno estudió Relaciones Laborales en Lugo. Años más tarde ha logrado erigirse como el primer lucense en conseguir ser reconocido con una estrella por la Guía Michelín. A finales de los años 90 todavía no había dejado de percibir la cocina como una habitación más de su piso con una función concreta: borrar la sensación de hambre en su estómago. Inauguró un local denominado Maruja para honrar a su madre política con el apellido de Limón, prestado por una copla de la Piquer. Allí, se apasionó con la cocina y empezó a practicar. Después de años aprendiendo, consiguió entrar en la élite de la cocina gallega, como integrante del Grupo Nove. Maruja Limón aprovecha su situación privilegiada en el centro de Vigo para escribir una carta en la que el pescado tiene mucha importancia. Rafael Centeno sienta las bases de su oferta en ese y en otros elementos tradicionales a los que asegura que tratan con poco más que “respeto al punto de cocción y pequeños golpes de guarnición”. Por su parte, Inés Abril deja en 2002 la carrera y se matricula en el Ciclo Superior de Restauración. Sus primeras prácticas fueron en el Parador de Bayona, cuando recibe la llamada de su antigua escuela para comunicarle que la presentan a las becas Erotoques por su brillante expediente e Inés es seleccionada para entrar en el Portal de Etxaurren (La Rioja). Francis Paniego le ofrece un puesto de trabajo en El portal de Extaurren o en otro proyecto, el Marqués de Riscal. Por motivos personales, Inés volvió a Vigo, donde para suplir una de sus carencias, comienza a trabajar en la Pastelería Montserrat. Tras trabajar en varios sitios, en 2006 entra a trabajar en Maruja Limón (una estrella Michelín) donde, tras 8 años trabajando con Rafael Centeno, se asocian para llevar juntos el nuevo emplazamiento del restaurante. Ganadora del único concurso al que se ha presentado, es Campeona gallega de Cocineros en 2008. Ha participado en la segunda temporada de Top Chef.
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